martes, 20 de noviembre de 2007

El latido


Bruno Acrata

Caían las hojas meciéndose en el aire y se posaban perfectas en la tierra húmeda de la orilla del río.
En medio de la arboleda parecido a una sombra humedecida caminaba sediento Pedrosky. ¿Por qué estaba ahí? Es lo que menos sabía.
Después de varios días de caminar bajo el sol amarillo, se encontraba envuelto por un aire que acariciaba su piel y por una brisa que se enroscaba en sus vellos.
“En este valle hermoso, tiene que haber agua”, y se metió en la umbra vegetal.
Las frondas movedizas sobre su cabeza desentrañaban el ruido que tiene el silencio.
Se detuvo un instante y escuchó, en un lugar incierto, el insistente, salpicado himno que canta el agua.
¿La hora?
No lo sé.
Caía la tarde arrastrando un manto negro.
Siguió su latido.
Las aguas claras empezaban a destellar los afilados dientes de la luna.

30 oct. 2007

Me basta



Bruno Acrata

Me basta con que el sol aparezca por el horizonte una vez al día y que la hierba simple crezca sin ruido y se crispe al contacto con la brisa, que las aves se posen en una diminuta rama, en un tejado o donde mejor les plazca y no tengan disyuntivas con el aire, que lo disfruten volando a favor. Me basta despertar sin necesidad de nada más que abrir los párpados y dejar entrar la luz a mi alma con sólo eso. Me basta el agua que corre por el mundo ofreciéndose a manos llenas. Me basta mi cuerpo para trasladarme. Caminar es suficiente, sin apuro, sin búsqueda, mirando el mundo y el cielo y, en la noche, me basta con la maravilla de descubrir el universo brillando en la oscuridad y contemplar las formas de su luz y los dibujos de las estrellas, imaginar miles de millones de mundos.
Me bastan las leyes naturales y sólo poder volar, como buen humano, en mis sueños. Me basta la vida.


Abril 2005

sábado, 15 de septiembre de 2007

COMIC DEL ....
















Se nos murió Fontanarrosa, pero Boogie...

Aforismos de Lichtenberg


Aunque un poquito tarde (?) Aquí lo prometido:
Primera entrega de aforismos.


Georg Christoph Lichtenberg (1742 – 1799), se ganó la vida dando clases de física en una universidad alemana, escribiendo almanaques, “esos copiosos libros que contienen de todo: la moda y los ciclos de la luna”.
En unos cuadernos fue apuntando sus comentarios a lo largo de los años. Sabiduría, profundidad, humor y, al fin, burlas contra las “maneras” necias de los hombres.
Era apenas lo suficientemente alto para que no lo llamaran enano; tenía una joroba y, para disimularla, aprendió a escribir con gis dándole la espalda al pizarrón. Era hijo de un pastor protestante aficionado a la astronomía. El don de lenguas le vino del padre, quien una vez habló desde el púlpito acerca de la ciencia astronómica de su época. Su auditorio, un templo de campesinos ignorantes, le pidió por favor; “Vuélvanos a hablar de estrellas”.

He aquí algunos de sus aforismos.


EL HOMBRE EN LA VENTANA
FRAGMENTOS AUTOBIOGRAFICOS



Sé que he pensado mucho más de lo que he leído; por eso ignoro muchas de las cosas de las que el mundo sabe. Al estar en sociedad me equivoco con frecuencia y esto me inclina a la timidez. Si pudiera decir todo lo que he reflexionado, íntegro, tal y como está en mí, no hay duda de que obtendría el aplauso del mundo, pero ciertas cosas no se pueden extirpar de un modo provechoso.

Ω


He notado que tengo una opinión acostado y otra parado [...]



LA MENTE Y EL CUERPO


Decir “el alma está en mi cuerpo” o “dentro de mí” es un curioso giro idiomático. Habría que decir “soy esto”. No se dice “la redondez está en la esfera”. Es la similitud lo que nos seduce. La identidad es algo objetivo; sólo la similitud es subjetiva.

Ω


Los hombres más sanos, más hermosos y mejor proporcionados son quienes están de acuerdo con todo. En cuanto se padece un defecto se tiene una opinión propia.

Ω


He notado que las personas cuyos rostros tienen cierta falta de simetría, con frecuencia poseen las mentes más agudas [...]

Ω


El espíritu se vuelve más uniforme a medida que se desprende de lo corpóreo; en cambio, a medida que se le aproxima, las diferencias se vuelven más frecuentes (dije lo mismo en relación con los planetas).

Ω


Cuando el espíritu se eleva, el cuerpo se arrodilla.

Ω


La muchacha tenía unas manos pecaminosamente hermosas.

Ω


Cuando uno es joven apenas sabe que está vivo. La idea de salud sólo se adquiere con la enfermedad. Advertimos que la Tierra nos atrae por el impacto de la caída. Si el envejecimiento se interrumpe, ese grado de enfermedad se convierte en una especie de salud y uno ya no nota que está enfermo. Sin el recuerdo de la salud pasada no se percibiría el cambio. Por eso creo que los animales sólo envejecen en nuestros ojos. Un erizo que el día de su muerte lleva una vida de ostra no es más infeliz que la ostra. Pero el hombre que vive en tres niveles, el pasado, el presente y el futuro, puede ser infeliz cuando uno de ellos se arruina. La religión incluso a introducido un cuarto: la eternidad.



SACERDOTE DE SI MISMO


Dios creó al hombre según su imagen. Posiblemente esto significa: el hombre creó a Dios según la suya.

Ω


Nuestro mundo llegará a ser tan refinado que creer en Dios resultará tan ridículo como hoy en día creer en fantasmas.

Ω


Un país de iglesias hermosas y casas en ruinas está tan perdido como uno de iglesias ruinosas y casas palaciegas.

Ω


¿Creéis acaso que el buen Dios es católico?

Ω


Hay una especie de ventriloquia trascendental con la cual los hombres pueden aparentar que algo dicho en la Tierra viene del cielo.

Ω


Dios realmente debe querernos mucho, pues siempre aparece cuando hace mal tiempo.

Ω


En el mundo, los santos han logrado más en escultura que vivos.

Ω


¿Es nuestro concepto de Dios algo más que una personificación de lo incomprensible?



EL LENGUAJE Y OTRAS MANCHAS DE TINTA


En nuestros poetas de moda es demasiado evidente que la palabra genera la idea. En Milton y Shakespeare el pensamiento siempre crea la idea.

Ω


Se diría que nuestros idiomas han enloquecido. Cuando queremos una idea, nos ofrecen una palabra; cuando exigimos una palabra, nos brindan una raya, y donde esperamos una raya, hay una obscenidad.

Ω


Esto debe servirme de advertencia. Como aquel gran escritor francés, de ahora en adelante no daré nada a la imprenta sin que antes lo lea mi cocinera.

Ω


El pensamiento aún tiene demasiado espacio libre al expresarse. He señalado con el mango de un bastón lo que debía haber señalado con la punta de una aguja.

Ω


Se diría que el señor S., que entró a la fama por el portal de la historia, quisiera escapar de ella por la portezuela de la poesía.

Ω


La escritura es excelente para despertar el sistema que dormita en cada hombre; cualquiera que haya escrito habrá notado que al escribir siempre se despierta algo que hasta entonces conocíamos de un modo impreciso y que sin embargo yacía en nosotros.

Ω


No estaría mal un libro de primeros auxilios para escritores.

Ω


Siempre es preferible darle un tiro de gracia a un escritor que perdonarle la vida en una reseña.

Ω


Decir mucho en pocas palabras no significa hacer primero un ensayo y luego acortar los párrafos, sino reflexionar sobre el asunto y expresar lo mejor de la reflexión, de tal modo que el lector inteligente distinga que algo se ha suprimido; significa, en realidad, dar a entender, con un mínimo de palabras, que se ha pensado mucho.

Ω


Siempre prefiero al hombre que escribe como se puede poner de moda, al que escribe como está de moda.

Ω


Si alguien escribe mal, qué más da, hay que dejarlo escribir. Transformarse en buey aún no es suicidarse.

Ω


No hagas un libro con temas que en realidad cabrían en un artículo de una revista, ni un párrafo con dos palabras. Lo que un imbécil dice en un libro sería tolerable si lo pudiera expresar en tres palabras.

Ω


Uno se resiste a hacer un cucurucho para la pimienta con una página en blanco. Si está impresa, uno la usa con agrado.

Ω


Leer equivale a tomar prestado; inventar, a saldar cuentas.

Ω


Darle el último toque a una obra, es decir, quemarla.

Ω


Un libro es como un espejo: si un mono se asoma a él no puede ver reflejado a un apóstol. Carecemos de palabras para hablar con los tontos de sabiduría. Ya es sabio quien entiende a un sabio.


ÁNGELES Y ANIMALES


Así se reirán de nosotros nuestros primos: el ángel y el mono.

Ω


Con frecuencia he visto a las cornejas paradas en los lomos de los cerdos mientras éstos apacentan, en espera de que desentierren un gusano para volar, atraparlo y regresar al lomo. Hermoso símbolo del compilador que desentierra y del escritor astuto que se lo apropia sin gran esfuerzo.

Ω


También los animales de caza huyen más del estruendo de la escopeta que de la bala.

Ω


Nada más seguro para la mosca que colocarse en el matamoscas.

Ω


Que el hombre es el ser supremo también se deduce de que ningún otro ha tratado de refutarlo.



LA BARBARIE ILUSTRADA


La mucha lectura nos ha brindado una barbarie ilustrada.

Ω


No es que los oráculos hayan dejado de hablar: los hombres han dejado de escucharlos.

Ω


En verdad hay muchos hombres que leen solo para no pensar.

Ω


Un maestro de escuela no educa a individuos, educa a un género. Esta idea merece un atento análisis.

Ω


No son las mentiras francas sino las falsedades refinadas las que entorpecen la expresión de la verdad.

Ω


A lo más que puede llegar un mediocre es a descubrir los errores de quienes lo superan.

Ω


Para ella la virtud consistía en (como creo que dice Crébillon) en arrepentirse de los errores más que en evitarlos.

Ω


Es cierto que ya no quemamos brujas, pero a cambio quemamos cada carta en la que se dice una verdad incómoda.

Ω


Comerciaba con tinieblas en pequeña escala.

Ω


El hombre tenía tal entendimiento que ya casi no servía para nada.

Ω


Hay gente que cree que todo lo que se hace con cara seria es razonable.



EL CUCHILLO SIN HOJA, AL QUE LE FALTA EL MANGO


El primer americano descubierto por Colón hizo un descubrimiento atroz.

Ω

Amarse a sí mismo al menos tiene una ventaja; no hay muchos rivales.

Ω


En la actualidad se incluye a mujeres hermosas entre las virtudes de sus maridos.

Ω


Dios, que le da cuerda a nuestros relojes de sol.

Ω


Los relojes de arena no sólo nos recuerdan el rápido transcurrir del tiempo, sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos.



FIGURAS


El primer paso de la sabiduría: criticarlo todo; el último: soportarlo todo.

Ω


El hombre es una obra maestra de la creación, tan sólo porque a pesar de todo su determinismo cree que actúa como ser libre.

miércoles, 13 de junio de 2007

EXTRACTOS

Amigos:

Estoy preparando una cantidad de extractos de EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS de Marco Polo, realmente tiene cosas increibles y bellas, las publicaré muy pronto.



También una colección de aforismos de varios autores, entre ellos Lichtenberg, Cioran, Notas de Paul Valery, hasta Julio Barriga va a estar...



Por último, tengo una gran cantidad de textos que fueron reunidos para hacer una publicación TEMATICA, fueron recopilados por J. C. R. Quiroga y por mi, el primer tema escogido (de algún modo por Juan Carlos) fue DIOS, luego vendran: Las Putas, La Muerte, el Amor, Las Mujeres, etc. etc. etc.



Me gustaría saber que opinan, pues si publico es para Uds. Si no hay cuorum, prometo cerrar este Blog.

lunes, 23 de abril de 2007

Adiós y hasta pronto

Por Raúl Romero Auad

Siempre habló de la muerte, aunque hablaba de la vida. Supo que su vida era eso que ya no podía dejar de ser y de hacer: poesía. Se dejó arrastrar nomás por el torrente que le tocó vivir, aferrado a un lápiz y a cualquier pedazo de papel:


¿Acaso
algún día
podré ordenar tantos
papeles
–recibos
de servicios
confundidos
con poesía?

El desorden
De la muerte
Es eso.


Murió en un hospital al medio día del lunes rodeado de sus familiares y, sus amigos, unos cuantos en Tarija, no lo supieron hasta la tarde.

Dijo un día:

Mi vida
Se va
Hundiendo
En las profundidades
Del pulgar
Y
el índice.

Cárcavas
De soledad
Y
De olvido.

Pero sabemos que acaba de despertar su alma y que estará muy viva por un buen tiempo entre nosotros, tal vez más allá de nosotros.

El 9 de abril de 2007, al medio día se quedó apacible en aquel lecho de soledad, pero no de olvido. Es una pena que no pueda ver florecer su alma a través de su poesía y de su muerte.

Aseguro que la congregación de las letras, las antologías, la búsqueda de versos iluminados que no conocimos, los artículos, las anécdotas y todo lo que puede hacer surgir a los vivos por tu muerte, no te dejarán en paz, y eso no está tan mal, Roberto Echazú, poeta querido.

jueves, 29 de marzo de 2007

Es Poniendo (Buena Leche)

Hay artículos de los cuales uno no puede sustraerse y son menester difundir. Aquí les va uno del Ojo de vidrio.
Por Ramón Rocha Monroy

Cierta vez, este servidor hacía cola en un banco, cuando fue requerido por una señorita bella y sonriente que traía un encargo: "El gerente desea hablar con usted." Dejé la fila, por supuesto, porque a un gerente no se hace esperar así nomás, y una vez que me senté en su despacho y acepté un cafecito, el buen amigo me dice: "Estoy enojado contigo, no me has regalado tu libro." "Ah, caray", pensé, "qué descuido." Y le prometí una próxima visita con el libro debidamente dedicado. Creo que se lo llevé y luego salí de su despacho con la satisfacción del deber cumplido. Pero ahora me encuentro con una anécdota inquietante que dice lo siguiente: "Alguna vez, cuando vivía, una persona llegó al cubículo de Roland Barthes, en La Sorbona, para hacerle una consulta respecto a cierta manera de interpretar el texto desde el punto de vista estructuralista. Barthes dio la explicación solicitada (lo cual le llevó una hora de su tiempo) y el visitante, satisfecho, se iba a retirar. Antes de que eso ocurriera, Barthes le dijo: "Espere un momento". El visitante respondió: "¿Para qué?". "Para que le entregue mi recibo y me pague los honorarios generados por esta consulta", respondió Barthes, extendiéndole el mencionado documento. El personaje se molestó, pues no imaginaba que un humanista le cobrara una consulta, pero tuvo que pagar más o menos lo mismo que le hubiera cobrado un médico." En otra ocasión me citó un ejecutivo de una institución muy importante, cuyas oficinas quedan un poco alejaditas, de modo que el taxi me costó como 8 pesos, pero llegué puntual. Me recibió con una amplia sonrisa y me dijo que era de su interés entregarme una documentación para que yo escribiera la historia de un evento importante para su institución, y consultó luego cómo debíamos proceder. Le dije que firmáramos un contrato, con un pago inicial del 50 por ciento y el resto a la entrega del trabajo. De inmediato vi que se desconcertó, y luego, disimulando un gesto de contrariedad, me dijo: "Hazlo así nomás. Total, esto va a significar una consagración para tu carrera." Le dije que lo pensaría y, segundos después, me hallaba al borde de una carretera, buscando otro taxi que me costaría otros 8 pesos. Lo mismo pasa cuando te citan a un programa de TV. "Señor, tiene que estar aquí a las 7 menos cuarto". Te levantas a las 5, te duchas, te vistes, llamas un taxi, llegas puntual, ingresas a estudio, te ponen un micrófono, una locutora sonriente, simpática, pero histérica por el paso de los segundos, te saluda, te hace una pregunta, y cuando estás tratando de contestarla te interrumpe con un comercial, y listo. Te sacan el micrófono, no tienen tiempo de despedirte, sales a la calle, buscas un taxi y te preguntas qué putas haces ahí parado, solo, duchado a hora tan temprana y sin saber dónde ir a desayunar. Refiriéndose a Roland Barthes, un periodista mexicano comenta: "Esta anécdota es ejemplar: hay quienes suponen, por extrañas razones, que la experiencia profesional humanística o artística no es digna de generar honorarios" […] "Total, ¿qué es escribir, traducir, restaurar, dar clases, pintar o componer música?, ¿qué es tejer, hilar, cocinar, cosechar? Para quienes ganan dinero, usufructuando esas habilidades ajenas, nada, aunque no las sepan hacer."

martes, 27 de marzo de 2007

Presentación de "En las Delicias de Campo Esmeralda" en Tarija

El viernes 9 de marzo, se presentaó el libro en la Casa de la Cultura de Tarija, hubo vinito de rigore. Previamente, el autor exhibió el video documental "Los sueños del Dorado Chico" con éxito entre el público tarijeño.

René Antezana, poeta, vive para fortuna de los chapacos en el valle tarijeño. El escribió este textito, para todos Uds.

Pronto les mostraré unas lindas fotos y tal vez me anime a copiar lo que dijeron los medios...

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Las esmeraldas de Raúl Romero

René Antezana Juárez

Quiero agradecer a Raúl, amigo y cómplice en letras y utopías, la invitación para compartir la presentación de su hijo primerizo que lleva el nombre de “En las delicias del campo esmeralda” . Libro que apellida, como diría Sabina, “Búqueda y visiones”, que son, en realidad, las esmeraldas de Raúl y sobre las cuales intento este boceto como un primer acercamiento sincero a su libro no sin antes felicitarlo por su guagua como es menester en estas ocasiones.
Raúl Romero Auad es de esos buceadores que desean encontrar algún tesoro en la hondura de un cielo plagado de signos de interrogación y de abismos donde las palabras están a punto de quebrarse o definitivamente se quiebran.
El libro “En las delicias del campo esmeralda” es el resultado de un corazón/alma que se adentra en un bosque y a la vez en un desierto de palabras donde, como en Alicia en el País de las Maravillas puede el lenguaje ofrecerte un té de no cumpleaños o un juego fatal de azar. Pero esta no es una aventura: es la pasión escritural de Romero que está signada por la búsqueda de un más allá de sus intensiones / tensiones. Es por esta razón que encuentro que el libro contiene , diríamos, habitaciones diversas que van desde ensayos y reflexiones breves, poemas, cuentos, fábulas y lo que cada lector puede finalmente concluir desde su propia lectura. No es un libro de poesía, tampoco lo es de cuentos, no es de ensayos ni de prosa poética. Es todo eso y algo más.
Quizá lo que más llama la atención de esta obra es el uso de lenguajes que van desde lo coloquial, directo y casi transparente a convocaciones y evocaciones poéticas que se acercan a escrituras mas bien cercanas al guiño, a la puerta entreabierta, al espejo con niebla. Encuentro ecos de Gil de Biedma por su aparente sencillez pero signados por honduras melancólicas y solitarias que se cuestionan sobre la condición humana.
Existe por ello como una transversal en buena parte del libro que es un permanente acto de autocuestionamiento sobre lo que es y debe ser el ejercicio del escritor, que se pregunta sobre el acto de crear frente al acto de producir; aunque aparentemente similares tienen connotaciones muy diferentes. A partir ello es posible comprender el por qué Raúl busca , cuestiona, se responde, se vuelve a interrogar frente a lo que denominamos finalmente como ese abismo y a la vez espacio de seducción que es la página en blanco, el acto de escribir. Dice por ejemplo:

“Las palabras tardan en salir
Mi Brother está en desuso
Apretar las teclas despierta
Una máquina que ilumina”

La máquina es el escritor, el poeta, que emerge de las interrupciones cotidianas , de los desencuentros y el desencanto para ser de pronto esa máquina sale de su vértigo sometido y se libera mediante la escritura.
De esta forma Raúl Romero construye a la vez que deconstruye sus voces y sus fantasmas. Así, el acto de escribir es un acto de convocación; acercándose a lo que el filósofo español Salvador Pániker afirma: “aunque suene paradójico, uno escribe para enterarse de lo que quiere escribir”.
Pero no se queda ahí. De ese universo con habitaciones ante la escritura y desde la escritura asume una visión crítica de su entorno, de la sociedad actual, del mundo contemporáneo sobre todo urbano; que además parece decirnos entre líneas que hay otro lugar más habitable y solar, más humano y más libre en todos los sentidos. Ese mundo gris es pues cuestionado e ironizado cuando dice, por ejemplo:

“El cielo está mas lejos que nunca y dios es una idea sin contornos definidos. El diablo es una figura hermosa que no existe. El infierno está en la tierra , bajo la apariencia de la desazón y la ausencia. El cielo ya no es un cielo puro, el paraíso está contaminado y dios se ha esfumado – ha escapado a través de una pantalla de televisión”.

El mundo urbano, la utopía escindida de sí misma, el hombre escindido, ya lejos de toda forma divina, atrapado en lo que no es o en lo que nunca pudo ser.
De esta manera el libro de Raúl Romero es una invitación a múltiples lecturas que de una u otra forma buscan exorcizar esa relación múltiple de luces y abismos de donde parece que no hay escapatoria. Quizá sólo aspirando a un retorno a los elementos primarios de la relación del hombre y la naturaleza, el punto de equilibrio entre la vida y la muerte, entre lo ascético y lo mundano, entre el sueño y la ilusión de la realidad que permanentemente nos engaña.
En su diversidad de habitaciones, esta casa de esmeraldas es una casa de ecos , gritos, salmos, llamadas telefónicas y guiños televisivos o de cuenta cuentos.
“En las delicias de campo esmeralda" termina siendo una caja de sorpresas donde los puntos altos, a mi juicio personal, son los poemas en los que el escritor busca respuestas dobles, es decir , donde haya luz y haya sombra.
Finalmente, señalar que en este boceto hay muchos temas que escapan y que sólo el lector podrá atrapar, saborear y seguir buceando en los enigmas y las certezas del libro de Raúl Romero Auad quizá repitiendo el poema en el que dice que todo esto fue nada más que:

“ un viaje al interior del lado oscuro
una exploración por mares subterráneos
una alquimia del alma
un fuego lento que nos consuma plácido
un retorno permanente al hueso de la naturaleza
un chuparle incesante
al tuétano de la vida”

Tarija, marzo 2007